17 ene 2010

Entrevista a Gino Rubert, ilustrador de las portadas de la trilogía Millenium


Gino Rubert (México, 1969) autor de las portadas de la edición española y catalana de la trilogía Millenium de Stieg Larsson.


"Soy Gino Rubert, un chico tímido con muchas aficiones: escalar, pintar, tocar el piano. De pequeño dibujaba, luego estudié Ilustración en Nueva York, me especializé en el dibujo anatómico, cosa que me agradaba mucho y que más tarde me serviría en mi trabajo como pintor. Con el tiempo, después de varios trabajos en diarios y revistas, me di cuenta de que la Ilustración no era para mí, que era un ilustrador negado. Mi sistema de trabajo es como dice Mario Vargas Llosa en el prólogo a Historia del Ojo de Bataille: el arte tiene dos formas de aproximarse al arte y una de ellas es la de que el contenido precede a la forma. En mi caso sucede todo lo contrario, como ilustrador la forma precede al contenido, así que es un drama porque cuando intentaba invertir esta forma natural mía de hacer me generaba una ansiedad tal que no me agradaba nada de lo que hacía. Así que fui aceptando que la Ilustración no era lo mío y comencé a pintar hasta que un día gané un concurso de la Sala Parés y la beca de Roma que me abocó de forma más radical a la pintura. Antes de Millenium me habían pedido también alguna pintura para la portada de un libro, en el caso de esta trilogía fue Silvia Sesé, editora de Destino, quien me llamó y me lo propuso, ella conocía mi obra. Yo no podía hacerlo, no tenía tiempo, así que le propuse adaptar alguna imagen de mi obra. La primera la encontraron fácilmente. Luego pensé que quizás al ser una trilogía no encontrarían otras 2 más que les agradaran y que me tocaría hacerlas, pero bueno ya lo había dejado claro. No haría nada.


Imagen portada Los hombres que no amaban a las mujeres
(Serie True Blues, G.R)

La segunda fue la más complicada de encontrar. Tuvimos que borrar la figura masculina - el propio Rubert es el protagonista - que aparecía al lado de la chica. Esta portada lleva un tratamiento de imagen y Photoshop más potente que cualquiera de la otras.

Imagen portada La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina
(Serie Spoiled boy, G.R)
Se puede decir que sí hay similitudes entre Lisbeth y la protagonista de mis cuadros aunque los atributos principales son prácticamente contradictorios: la chica de las portadas con el cabello largo da una imagen muy clásica mientras que Lisbeth tiene piercings, tatuajes, el cabello corto. Puede parecer que no tengan nada que ver pero hay una cierta demencia en sus miradas que las hace común.
Imagen portada La reina en el palacio de las corrientes de aire
(Serie Lección de Anatomía, G.R)


Al haber participado en las portadas podría haber leído los libros antes de que salieran a la venta pero no lo hice. Me he entretenido mucho leyéndolos, me enganché y me leí cada uno en 4 dias. Pero la verdad es que no es el tipo de literatura que suelo leer, pues leo poco y cuando lo hago prefiero no leer best-seller. Al leer los libros y ver las portadas crees que no tienen relación alguna. Realmente la única que encuentro interesante, pues me parece muy audaz, es la primera que tiene un punto original, ya que hasta que no llegas a la página 400 y pico no entiendes qué tiene que ver con la portada, pero de repente ¡pum pum, lo entiendes! Las otras dos son más psicológicas, ya sabes cómo es el personaje y lo vas relacionando todo. La segunda portada recuerda también al inicio del libro y esta chica atada en la cama. La tercera es una imagen muy de hospital, la Lisbeth que está machada porque casi la matan y la imagen de la chica con esas piernas que parecen ortopédicas. Yo juego con la descolocación del espectador. Mis imágenes fluyen entre lo bonito y lo feo, lo pacífico y lo violento. Intento que sean imágenes donde la lectura no esté cerrada, imágenes que te sugieran, que te inviten y no que te expliquen, que el espectador quede un poco incómodo con eso que no acaba de entender.

En mis pinturas cobra mucha importancia la fotografia, es un factor de seducción irrefutable que tiene que ver con la potencia y la magia del retrato fotográfico, por ejemplo de unos ojos inexpresivos que sin embargo te miran de manera muy inquietante. También tengo influencias de pintoras como Frida Kahlo, una artista que admiro mucho y a la que me siento muy cercano por su obsesión por el autoretrato y la simbología propia que crea a su alrededor, al contrario de otras pintoras como Remedios Varo o Leonora Carrington que usan recursos simbólicos más convencionales. Como Kahlo intento no caer en la poética fácil de lo mágico y lo onírico y crear mis propios símbolos. Yo creo que con mi obra intento mostrar lo masculino y lo femenino como fuerzas vitales: cuando represento una mujer estoy representando mi parte femenina en tanto que flexible, intuitiva, líquida; y cuando represento un hombre pues mi parte más masculina, formas cuadradas, rígidas, metálicas. Pero en sí lo que hay es una mirada irónica e incluso gamberra respecto a los roles en las parejas del marido y la mujer. En varias ocasiones me han acusado de machista, misógino... tengo que reconocer que mi obra está centrada en los géneros por tanto siempre habrá un discurso en torno a la mujer y al hombre, pero no creo que sea en este sentido. Mis pinturas representan ese miedo histórico que han albergado los hombres en los últimos siglos respecto a las mujeres y su lucha por el poder, aunque hoy día creo que hay tanto machismo en las mujeres como en los hombres. Claro que no todo el público hace esta lectura de mis obras, más bien ven que hago una ridiculización insultante hacia el hombre más que hacia la mujer que aparece ensalzada y embellecida. Puede ser que en mis cuadros haya violencia, pero es que hoy día la violencia está en todas partes. De forma más o menos explícita pero está presente.

Mi obra va más allá de las portadas de Millenium. Hace un año y medio cuando no me imaginaba la repercusión mediática que esto tendría pensé que quedaría para siempre como 'el de las portadas del Larsson', pero ya no lo pienso. Lo tengo asumido, claro, porque soy el creador de dichas portadas, pero mi carrera es más internacional. La gente de fuera me conoce por mi trabajo y no por las portadas. Realmente no sé si esto ha sido una cosa muy buena, pues aquí la gente comienza a saber de mí por esas portadas y no por todo mi trabajo anterior. Aquí siempre he sido un bicho raro, porque si no haces arte conceptual no existes. A nivel institucional todos mis compañeros se han llevado las becas y yo no he tenido nada. Sí, las portadas están bien aunque para mí estaría mucho mejor exponer en la Bienal de Venecia. Son cosas distintas, no tienen nada que ver".

Entrevista realizada por Karen Fernández y David Guerrero

15 ene 2010

Un breve balance

No me gustaría dar por finalizado el trabajo de este blog escrito a lo largo de los últimos meses sin hacer un balance tal y como nos pide el profesor de la asignatura, José Maria Perceval.

Uno de esos profesores míticos de la facultad, de los que ex-alumnos que te encuentras por esos mundos de Dios que son las redacciones y demás lugares recónditos que acogen a periodistas, te hablan y se acuerdan de él. La casualidad, el destino o vete a saber el qué, me plantaban en cuarto curso y sin haber pasado por sus clases. Buscando créditos de libre elección para completar el expediente académico que permitirá que en unos meses me cataloguen como licenciado me encontré con su nombre acompañado del de Stieg Larsson. Reconozco que me sentí más atraído por el del profesor que por el del escritor sueco. Me dije: va, vamos a probar.

Y la experiencia ha sido buena. Cierto es que una hora y media a la semana -y teniendo en cuenta que una buena gripe le ha hecho faltar más de una clase- no dan para mucho, pero reconozco haber aprendido y disfrutado en sus clases. Me gusta ir a la universidad a pensar. Es lo que me esperaba cuando aún era un iluso y creía en la universidad como un centro de pensamiento y no como al sitio al que voy a quitarme asignaturas de encima de la manera menos costosa posible. Así que encontrarme con Perceval fue una grata sorpresa.

Ah, y si hasta aquí llega algún futuro alumno buscando el nombre del profesor en Google, dejadme que os de un consejo: si un día has dormido poco, estás cansado o tienes la cabeza en otro sitio no vayas a clase. No es una clase aburrida, no se trata de ir a copiar apuntes sin pensar. Para copiar apuntes ya hay otras asignaturas. En esta hay que reflexionar y pensar sobre lo que se dice. Y si no estás capacitado para hacerlo, más vale quedarse en casa durmiendo y dar la clase por perdida.

No todo van a ser halagos y peloteo. Diré en su contra que considero que las consignas para el blog no eran lo suficientemente claras. Esta libertad (tema del que hemos hablado) tiene su parte positiva en que puedes escribir un poco de lo que te dé la gana; pero por otro lado a veces te sientes un poco perdido para saber exactamente de que debes hablar.

Sea como sea, con sus cosas buenas y sus cosas malas, no me arrepiento para nada de haber elegido estos dos sencillos créditos que me han incitado a leer la trilogía Millenium, reflexionar en torno a los temas tratados por escrito y dejarlo reflejado en un blog. No está nada mal.