15 nov 2009

Noomi Rapace no es como Lisbeth Salander

Noomi Rapace, la actriz que interpreta a Lisbeth Salander, se sale en el papel interpretado en la película y le han llovido los elogios, pero poco tiene que ver Rapace con Salander. ¿O acaso alguien se imagina que Salander podría ser hija de un cantaor de flamenco?

Noomi Rapace si que lo es, tal y como explica El País Semanal en su edición del 3 de mayo. Además, presenta a la actriz como una chica habladora, simpática, risueña... Si queréis saber las películas preferidas de la actriz, sus raíces españolas y lo que piensa de la personaje a la que interpreta, entre otras muchas cosas, no os perdáis el reportaje de El País.


9 nov 2009

Salander da que hablar

A raíz de la preparación del perfil de Lisbeth Salander que ofrecía hace unos días, estuve leyendo opiniones sobre Lisbeth Salander y quedé sorprendido por el gran número de cosas que se han dicho y todo lo que se ha teorizado alrededor de ella. Me gustaría dejar constancia de algunos puntos de vista que se reflejan en un artículo del diario Público:

Beatriz Preciado, filósofa: "Lisbeth, como una figura de la tragedia griega, es una megametáfora de la subversión cultural. Condensa signos de transgresión social, como su condición de hacker y su capacidad de venganza física frente a la agresión sexual, que han sido privilegio de la masculinidad". "Lisbeth representa la ruptura con la feminidad heterosexual normativa". "No es tan novedosa, ahí están Lara Croft, de Tomb Raider, las chicas vengadoras de Tarantino o la Tina Turner de Mad Max".

Eugenia Rico, escritora: "Es maltratada y violada, pero venga a las maltratadas y a las violadas. Puede ser víctima, pero no es pasiva". "Es un modelo femenino masculinizado, un poco andrógino y que, por ejemplo, ostenta el miedo al compromiso que siempre se ha considerado masculino. Creo que es también un cierto ideal femenino, un sueño erótico emparentado con la némesis griega". "Ha marcado tendencia. En la Feria del Libro de este año, he visto jovencitas vestidas exactamente como Lisbeth y creo que no es casual".

Lourdes Ventura, escritora: "Lisbeth tiene el coraje de levantarse de cada batacazo, lo que podría considerarse un nuevo modelo de mujer autoconsciente y capaz de empezar de cero una y otra vez. Salander puede representar el coraje de parte de las nuevas generaciones que crean sus propias normas al margen de lo establecido".

Clara Obligado, escritora: "Lisbeth es una mujer que ha sufrido mucho, pero que no muestra sus sentimientos. Eso es masoquismo. Es una mujer libre, pero sufriente, y eso no es muy moderno. De hecho, ¿cómo acaban madame Bovary y Anna Karenina? Muriendo. Son personajes tramposos, porque al final reproducen los estereotipos más básicos y arcaizantes".



Por otro lado, si debo destacar un perfil bien hecho, me quedo con el de Pepe Ribas publicado en el Cultura|s de La Vanguardia y titulado La ética de Lisbeth. Un artículo que además va acompañado por la ilustración de Nazario, que muestra a su particular Lisbeth Salander.



Y no crean que aunque Millenium sea un best-seller que lee todo el mundo en el metro ha sido repudiado por todos los críticos. Grandes autores como Mario Vargas Llosa han caído rendido a los encantos de Lisbeth Salander. El pasado mes de septiembre, el autor peruano le dedicó una gran elegía en El País a la protagonista de la saga Millenium.

Como decía en el último post, todo el mundo cae rendido a los pies de la heroína Lisbeth Salander.

6 nov 2009

La heroína Salander

Mi imaginación de como sería Lisbeth Salander -ese personaje del que todo el mundo hablaba- la relacionaba físicamente con la chica de la portada del libro, una ilustración de Gino Rubert. Pero cuando fui al cine (sí, fui antes de leer el libro) se me rompieron todos los esquemas al ver a la actriz sueca Noomi Rapace.




Durante la lectura del libro, me venía a la cabeza continuamente la imagen de Noomi Rapace. Sus ojos, su delgadez y su baja estatura conformaban un cuerpo pequeño pero que a su vez alberga un universo interior enorme. Pese a que creo que la actriz está muy bien encontrada, a medida que he avanzado en la lectura me he creado mi propia Lisbeth Salander en el imaginario.

Cualquiera lo diría a simple vista, pero Pippi Langstrum es la base y el antecedente más directo de Salander. La popular peliroja creada por la escritora, tambien sueca, Astrid Lindgrem tiene muchas similitudes con la chica creada por Stieg Larsson: ni Pippi ni Salander tienen padres; las dos son poco convencionales y tienen un punto de rebeldía que es clave en la definición de los personajes; y ambas viven aisladas de la sociedad "normal", ya sea porque una vive en el medio del campo y la otra porque pese a vivir en la ciudad va totalmente a su aire.



De Lisbeth Salander me atrae especialmente su trabajo y su papel de hacker. Wasp se hace llamar y nos muestra a una chica hábil con los ordenadores y las nuevas tecnologías, con una memoria fotográfica increíble y a la que no se le resiste nada en la Red. Estoy seguro de que si Lisbeth fuera española habría suscrito el Manifiesto. Pese a mi punto un poco freak que admira esa parte de ella, reconozco que si me la encontrara por la calle de noche, con esos piercings, ese estilo gótico y esa mirada, me intimidaría.

La mayoría de gente ha quedado cautivada por su personalidad. Una manera de ser especialmente particular, fría, introvertida pero con un mundo interior muy complejo y con un pasado por descubrir. Si alguien era reticente a la chica, Nil Bjurman hace el trabajo sucio y consigue que todo lector con un mínimo de corazón sienta el dolor con ella, la sed de venganza. Y a partir de ahí, las páginas pasan y el lector cae rendido a los "encantos" de Lisbeth Salander.



La peculiar chica se ha convertido en la auténtica protagonista de la trilogía Millenium y es la más querida por los lectores. La posible razón sea que hay mayoría de lectoras femeninas, y Salander es el arquetipo de mujer feminista e irreverente. De hecho, pese a su imagen fría es especialmente entrañable. En mi caso, de todos modos, me siento más cercano a Mikael Blomkvist. El hecho de que fuera un periodista comprometido ya me hizo cogerle cariño desde el primer capítulo. Pese a ello, si Stieg Larsson quería que el periodista fuera el héroe no consiguió su propósito. La auténtica heroína de Millenium es Lisbeth Salander. Heroína o incluso reina.

1 nov 2009

La violencia no es buena: el caso del Potro de Vallecas

Decía la última vez que escribí en el blog que la violencia en el futbol es una triste realidad, pero lamentaba todavía más la existencia de deportes que tiene como razón de ser la violencia. El caso más claro es el boxeo. Igual que ahora se discute si se deben prohibir los toros o no, El País, TVE y otros medios de comunicación vetaron al boxeo hace ya muchos años.




Y si tuviera que decirle a mi hijo que no se hiciera boxeador, le pondría un caso: el potro de Vallecas. Policarpo Díaz Arévalo, más conocido como Poli Díaz o su popular apodo, el potro de Vallecas. Boxeador del barrio del que paseó su nombre por todo el mundo, fue 8 veces campeón de Europa de pesos ligeros, pero su adicción a las drogas y la mala vida acabaron con su carrera. Tuvo hasta un videojuego que llevaba su nombre y reapareció unos años después, para realizar una película porno. Quizás los repetidos golpes en la cabeza durante los combates de boxeo tuvieron sus consecuencias.



Lo pasó muy mal Poli Díaz, y lo reconoce. Es un ejemplo de los efectos del boxeo, pero a la vez, un ejemplo de reinserción y recuperación. Recomendable la lectura del reportaje que publicó Marca sobre la vida actual del boxeador y la entrevista que le realizaron en Soitu.

Que existen boxeadores sanos, no lo pongo en duda. Igual que existen ciclistas que no se dopan, pero unos crean la fama y el resto la sufren. De todos modos, no tiene que ser muy sano recibir palizas en el cuerpo de manera continuada. Eso es violencia sistemática, y no puede ser buena.